miércoles, 25 de noviembre de 2009

Dos señoras se encontraron después de un buen tiempo sin verse y una le pregunta a la otra:

- ¿Y cómo están tus hijos?

- Ay querida, mi hija se casó muy bien. Tiene un esposo maravilloso. Se levanta de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, prepara el café por la mañana, lava los platos y ayuda en la cocina. Después se va a trabajar, un amor de yerno, gracias a Dios.

- ¡Que bien, querida! Y tu hijo Francisco, ¿también se casó?

- También se casó, pero tuvo mala suerte. Su matrimonio anda muy mal… Imagínate que tiene que levantarse de madrugada para cambiar los pañales de mi nieto, hacer el café por la mañana, lavar los platos ¡y tiene que ayudar en la cocina! después sale a trabajar para conseguir el sustento a la vaga mi nuera, ¡es una sinvergüenza!

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